La percepción
Es un proceso nervioso superior que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno y de uno mismo. La percepción es una de las tres habilidades mentales de los seres humanos. La percepción obedece a los estímulos cerebrales logrados a través de los 5 sentidos, vista, olfato, tacto, auditivo, gusto, los cuales dan una realidad física del medio ambiente. Proveen la única realidad conocida del tacto, las suposiciones deberán estar basadas en observaciones, u otro sensor, de tal forma de llegar a conclusiones igualmente válidas, extrapolando así los alcances de la realidad sensorial. Por este motivo tenemos que mejorar el contenido.
Historia
Los bascolis estudios científicos sobre percepción no comenzaron sino hasta el siglo XIX. Con el desarrollo de la fisiología, se produjeron el primer modelo que relacionaban la magnitud de un estímulo físico con la magnitud del evento percibido, a partir de lo cual vio su surgimiento la psicofísica.
Los personajes más relevantes en el estudio de percepción fueron:
Hermann von Helmholtz, médico y físico alemán que realizó experimentos de acústica y oftalmología, entre muchas otras cosas.
Gustav Theodor Fechner, psicólogo alemán autor de la ecuación que explica la relación entre el estímulo físico y la sensación (la llamada ley de Weber-Fechner]])
Ernst Heinrich Weber, psicólogo y anatomista alemán fundador de la psicofísica.
Wilhelm Wundt, médico alemán fundador del primer laboratorio de psicología experimental.
Stanley Smith Stevens, psicólogo estadounidense autor de la llamada función potencial de Stevens.
Max Wertheimer, Kurt Koffka y Wolfgang Köhler, psicólogos alemanes fundadores de la teoría de la Gestalt.
Irving Rock, científico cognitivo estadounidense.
David Marr, neurocientífico británico especialista en procesamiento visual.
James J. Gibson, psicólogo estadounidense especialista en percepción visual.
Alfred Adler, Médico, Psicólogo/Psiquiatra Infantil, Austriaco percepción Individual.
Áreas
Los principales campos investigados en percepción se asemejan a los sentidos clásicos, aunque esta no es una división que se sostenga hoy en día: visión, audición, tacto, olfato y gusto. A estos habría que añadir otros como la propiocepción o el sentido del equilibrio. Tipos:
Percepción visual, de los dos planos de la realidad externa, (forma, color, movimiento)
Percepción Espacial, de las tres dimensiones de la realidad externa,(profundidad)
Percepción Olfativa, de los olores,
Percepción Auditiva, de los ruidos y sonidos,
Cenestesia, de los órganos internos,
Percepción Táctil, que combina los sentidos de la piel (presión,vibración, estiramiento)
Percepción térmica, de las variaciones de temperatura (calor, frío)
Percepción del dolor, de los estímulos nocivos,
Percepción Gustativa, de los sabores,
Quimioestesia, de los sabores fuertes, no se encuentra comprometida en caso de lesión de las áreas gustativas u olfativas
Percepción del equilibrio
Kinestesia, de los movimientos de los músculos y tendones
Percepción del Tiempo, del cambio.Percibir implica la existencia de una reacción a una estimulación presente. Esta reacción se puede analizar en planos fisiológico, de consciencia o de conducta.
Percepción de la Forma
Percepción del campo magnético
Naturaleza de la percepción
La percepción es el primer proceso cognoscitivo, a través del cual los sujetos captan información del entorno, la razón de ésta información es que usa la que está implícita en las energías que llegan a los sistemas sensoriales y que permiten al individuo animal (incluyendo al hombre) formar una representación de la realidad de su entorno. La luz, por ejemplo codifica la información sobre la distribución de la materia-energía en el espacio-tiempo, permitiendo una representación de los objetos en el espacio, su movimiento y la emisión de energía luminosa.
A su vez, el sonido codifica la actividad mecánica en el entorno a través de las vibraciones de las moléculas de aire que transmiten las que acontecen en las superficies de los objetos al moverse, chocar, rozar, quebrarse, etc. En este caso son muy útiles las vibraciones generadas en los sistemas de vocalización de los organismos, que transmiten señales de un organismo a otro de la misma especie, útiles para la supervivencia y la actividad colectiva de las especies sociales. El caso extremo es el lenguaje en el hombre.
El olfato y el gusto informan de la naturaleza química de los objetos, pudiendo estos ser otras plantas y animales de interés como potenciales presas (alimento), depredadores o parejas. El olfato capta las partículas que se desprenden y disuelven en el aire, captando información a distancia, mientras que el gusto requiere que las sustancias entren a la boca, se disuelvan en la saliva y entren en contacto con la lengua. Sin embargo, ambos trabajan en sincronía. La percepción del sabor de los alimentos tiene más de olfativo que gustativo. Existe en realidad como fenómeno psíquico complejo, la percepción, el resultado de la interpretación de esas impresiones sensibles por medio de una serie de estructuras psíquicas que no proceden ya de la estimulación del medio, sino que pertenecen al sujeto. En la percepción se encuentran inseparablemente las sensaciones con los elementos interpretativos.
El llamado sentido del tacto es un sistema complejo de captación de información del contacto con los objetos por parte de la piel, pero es más intrincado de lo que se suponía, por lo que Gibson propuso denominarle sistema háptico, ya que involucra las tradicionales sensaciones tactiles de presión, temperatura y dolor, todo esto mediante diversos corpúsculos receptores insertos en la piel, pero además las sensaciones de las articulaciones de los huesos, los tendones y los músculos, que proporcionan información acerca de la naturaleza mecánica, ubicación y forma de los objetos con los que se entra en contacto. El sistema Háptico trabaja en estrecha coordinación con la quinestesia que permite captar el movimiento de la cabeza en el espacio (rotaciones y desplazamientos) y combinando con la propiocepción, que son las sensaciones antes mencionadas, relacionadas con los músculos, los tendones y las articulaciones, permite captar el movimiento del resto del cuerpo, con lo que se tiene una percepción global del movimiento corporal y su relación con el contacto con los objetos.
El proceso de la percepción, tal como propuso Hermann von Helmholtz, es de carácter inferencial y constructivo, generando una representación interna de lo que sucede en el exterior al modo de hipótesis. Para ello se usa la información que llega a los receptores y se va analizando paulatinamente, así como información que viene de la memoria tanto empírica como genética y que ayuda a la interpretación y a la formación de la representación.
Este es un modelo virtual de la realidad que utiliza la información almacenada en las energías, procedimientos internos para decodificarlas e información procedente de la memoria que ayuda a terminar y completar la descodificación e interpreta el significado de lo recuperado, dándole significado, sentido y valor. Esto permite la generación del modelo.
Mediante la percepción, la información recopilada por todos los sentidos se procesa, y se forma la idea de un sólo objeto. Es posible sentir distintas cualidades de un mismo objeto, y mediante la percepción, unirlas, determinar de qué objeto provienen, y determinar a su vez que este es un único objeto.
Por ejemplo podemos ver una cacerola en la estufa. Percibimos el objeto, su ubicación y su relación con otros objetos. La reconocemos como lo que es y evaluamos su utilidad, su belleza y su grado de seguridad. Podemos oír el tintineo de la tapa al ser levantada de forma rítmica por el vapor que se forma al entrar en ebullición el contenido. Olemos el guiso que se está cocinando y lo reconocemos. Si la tocamos con la mano percibimos el dolor de la quemadura (cosa que genera un reflejo que nos hace retirar la mano), pero también el calor y la dureza del cacharro. Sabemos donde estamos respecto al objeto y la relación que guarda cada parte de él respecto a ella. En pocas palabras, estamos conscientes de la situación.
Entonces, como se indicó antes, la percepción recupera los objetos, situaciones y procesos a partir de la información aportada por las energías (estímulos) que inciden sobre los sentidos.
Para hacer más claro esto veamos el caso de la visión. Este sistema responde a la luz, la reflejada por la superficie de los objetos. Las lentes del ojo hacen que, de cada punto de las superficies visibles, esta se vuelva a concentrar en un punto de la retina. De esta forma cada receptor visual recibe información de cada punto de la superficie de los objetos. Esto forma una imagen, lo cual implica que este proceso está organizado espacialmente, pues la imagen es una proyección bidimensional del mundo tridimensional. Sin embargo, cada receptor está respondiendo individualmente, sin relación con los demás. Esa relación se va a recuperar más adelante, determinando los contornos y las superficies en su configuración tridimensional, se asignarán colores y textura y percibiremos contornos no visibles. Se estructurarán objetos y estos serán organizados en relación unos con otros. Los objetos serán reconocidos e identificados.
Este proceso se dará con la constante interacción entre lo que entra de los receptores, las reglas innatas en el sistema nervioso para interpretarlo y los contenidos en la memoria que permiten relacionar, reconocer, hacer sentido y generar una cognición del objeto y sus circunstancias. Es decir se genera el modelo más probable, con todas sus implicaciones para el perceptor.
La percepción está en la base de la adaptación animal, que es heterótrofa. Para poder comer las plantas u otros animales de los que se nutren, los animales requieren de información del entorno que guíen las contracciones musculares que generen la conducta, que les permite acercarse y devorar a su presa (planta o animal).
De este modo, la simple respuesta a las sensaciones, es decir al efecto directo de los estímulos, no fue suficiente; la evolución desarrolló paulatinamente formas de recuperar la implicación que tenían los estímulos en relación a los objetos o procesos de los que provenían; formándose así los procesos perceptuales.
Al contar con un sistema nervioso eficiente, este se empieza a usar para otras funciones, como el sexo, la sociabilidad, etc. Por ello, la percepción es un proceso adaptativo y base de la cognición y la conducta.
Historia
La sensación es un campo de estudio que en general se considera el punto de partida para la investigación de los procesos mentales o cerebrales. Los orígenes modernos de este campo datan de principios del siglo XIX, cuando el filosofo francés Auguste Comte definió una nueva filosofía, preocupada por la aplicación de los métodos empíricos de la ciencia natural al estudio de la mente. Comte estaba influido por los empiristas británicos quienes sostenían que todo el conocimiento proviene de la experiencia sensorial, es decir, lo que puede ser visto, oído, tocado, gustado u olido. Uno de ellos, John Locke, propuso que en el momento del nacimiento la mente está vacía como “un papel blanco, desprovisto de cualquier código, sin ninguna idea”, una tabula rasa, sobre la que la experiencia deja sus marcas y que se encargaba de reproducir los acontecimientos de medio externo. El fuerte establecimiento de la postura empirista en los estudiosos de los procesos mentales llevó finalmente al surgimiento de la psicología como una disciplina académica distinta. Separada de la filosofía, la psicología se desarrolló como una ciencia, preocupada por el estudio experimental de la mente, se ayudó de los métodos fisiológicos, y para ello acentuó en los primeros años la sensación, como llave de acceso a los procesos mentales.
Pronto encontraron que si bien la recepción sensorial difiere para cada uno de los sentidos, hay tres puntos comunes a todos los sentidos:
1) Un estimulo físico, cambios que suceden en el entorno.
2) Un conjunto de sucesos mediante los cuales el estimulo se transduce en un mensaje de estímulos nerviosos, es decir, la neurona sensorial recibe un tipo de energía (vgr. ondulatoria) y esta es transformada en procesos electroquímicos para ser analizada por el sistema nervioso.
3) Una respuesta al mensaje frecuentemente como percepción o representación interna de estas sensaciones.
Esta secuencia llevó a dos modos de análisis, originando los campos de la psicofísica y la fisiología sensorial. Esta ultima examina las consecuencias neuronales del estimulo físico, como los receptores sensoriales transducen el estimulo y como este es procesado por el cerebro. La psicofísica por su parte, se centra en la relación entre las características físicas del estimulo y los atributos de su percepción. Gran parte del interés actual en neurociencia de la sensación y la percepción, proviene de la reciente aplicación de estos dos acercamientos en experimentos con sujetos humanos utilizando pruebas no invasivas de la función cerebral, tales como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la imagen por resonancia magnética (MRI).
Diferencias entre sensación y percepción
Según Goldstein, el proceso sensorioperceptivo se puede dividir en varias etapas. En un primer momento un estimulo se presenta en el medio y los sentidos, dependiendo su modalidad, están adaptados para responder a tal estimulo, que podemos llamar estimulo distal. Los sentidos poseen unas neuronas especializadas que se encargan de activarse frente a un tipo de energía en especial. Estas neuronas receptivas toman información del estimulo y reproducen su esencia, esto es, elaboran un estimulo proximal que describe las cualidades del estimulo real y envían esa información a otras neuronas a modo de impulsos electroquímicos. Estas otras neuronas, conocidas como interneuronas, retransmiten la información al sistema nervioso central, para que este le dé sentido, la relacione con conocimientos previos y finalmente la reconozca.
En el instante en que la transmisión del estímulo pasa al sistema nervioso central para ser integrado se puede determinar la diferencia entre el proceso sensorial y el proceso perceptivo, puesto que el primero se limita a una recepción de estímulos físicos aislados simples del ambiente mientras que la percepción es una interpretación, significación y organización de esa información que brinda el proceso sensorial. Es decir, sentimos enrarecimientos del aire (ondas), pero percibimos sonidos; sentimos acciones mecánicas, pero percibimos caricias o golpes; sentimos gases volátiles, pero percibimos la fragancia de un perfume o el aroma del desayuno. De modo que nuestras percepciones no son registros directos del mundo que nos rodea, sino que se construyen internamente siguiendo reglas innatas y constricciones impuestas por las capacidades del sistema nervioso.
Colores, sonidos, olores y sabores son construcciones mentales creadas en el cerebro por el procesamiento sensorial. No existen como tales fuera del cerebro. Solo si existe un organismo capaz de procesar la información del exterior esta tendrá sentido. Nuestro cerebro crea el mundo en el que vivimos, y son la sensación y luego la percepción los procesos encargados de absorber la información del mundo externo, y también del interno para dar significado a las cosas. Por ejemplo, los colores no existen fuera del organismo, solo existen los distintas medidas del espectro de luz. Según la más reciente perspectiva no parece existir el tiempo, lo que se da es el cambio de las cosas, pero nuestro cerebro crea una línea temporal para permitirnos mover en un parámetro de continuidad entre unas acciones y otras.
Sentidos
Artículo principal: Sentidos.
Los sentidos son el mecanismo fisiológico de la percepción. El estudio y clasificación de los sentidos se lleva cabo por muchas ciencias, sobre todo las neurociencias, la psicología cognitiva y la filosofía de la percepción.
Sentido del gusto o de sabor.
Sentido del oído o de la audición.
Sentido del tacto
Sentido del olfato o del olor.
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